Capa do livro "Campana en el fondo del río" |
Acaso una de las razones que llevó al gran
poeta, ensayista, fotógrafo, traductor y promotor de la poesía brasileño
Floriano Martins a verter al idioma de Mario de Andrade 30 poemas de Miguel
Márquez, bajo el título de “Campana en el fondo del río” (“Bronze no fundo dorio”), sea el aura
surreal que envuelve gran parte de los textos que el poeta venezolano suele
publicar a través de este medio el FB.
Para muchos de nosotros es sabido (o
quizás sólo intuimos) que Miguel roza profundamente la realidad en su poesía,
es decir, vela lo otro con una crudeza que a ratos frisa cuanto vemos en la
mágica, cosmopolita y extrapuesta cotidianidad de esta existencia
nuestramericana.
“Precipito el hambre contra la luz del
cuarto,/ Ramifico obsesiones con dátiles, albahaca,/ Pienso que lo más cercano
está perdido, lejos,/Aúllo de vez en cuando detrás de los ventiladores” - dice.
Ese Yo Otro apenas si da cuenta de la
ristra de personajes que deambulan, ríen asomados, claman o dormitan en la
poesía de Miguel como Pedros por sus casas. Vale la pena, les digo a ustedes
sin que me quede nada por fuera, con un espejo en el pecho.
La fiesta verbal a que nos acostumbra(ba)
Miguel Márquez por el Facebook ahora se hace danza de imágenes, pero una danza
que a veces es un tango punteado y otras saltos rítmicos alrededor de la
hoguera; y en esto, Miguel va creando con la fotografía otro discurso tal como
el mismísimo Floriano, con genio de poetas ambos en este libro que suele tener
su cara amable cuando quiere y puede.
He sentido felicidad al degustar la
lectura brasileña de estos textos que ya habíamos disfrutado tan
venezolanamente. Y los ensayos fotográficos de Floriano Martins son una
maravilla que nos regala Sol Negro Ediciones (2014).
Leonardo Gustavo Ruiz
Tirado